domingo, 22 de mayo de 2011

Plumas

Las pampas las conocieron
cuando en carrera veloz
desafiaban al Pampero
con movimiento atroz.

Al indio de aquellos lares
su cabeza adornó
con larga vincha plumada
al cacique coronó.

Sirvió en pobres vestiduras
y a las ricas embelleció;
las pintaron de colores
y al chárleston engalanó.

De abrigo algunas veces
Otras para abanicar.
La más triste de ellas
grisásea como el polvo
terminó  en plumero raso
para darnos su confort.

Bbne - 2000
    

Polo Sur

Cuando pienso: Polo Sur
           Imagino: Lejanía
                         Soledad
                         Distancia
                         Frío
                         Angustia
                         Aislamiento
                         Desamor

Cuando pienso: Polo Sur
             Añoro: Amigos
                         Tierra
                         Madre
                         Hermanos
                         Amor
                         Cariño
                         Ternura.

Cuando siento mi alma en espacio trastocada soportando migración de
                        Amigo, Lugar y Tiempo.
Cuando cuento (pienso) mis pérdidas;
                        Polo Sur es lo que albergo.

Bbne - 2000

domingo, 8 de mayo de 2011

HIPO

Lo de Gumersindo fué algo que ya lo trajo en sus genes. Se cuenta de que aún antes de nacer el hipo lo sacudía constantemente en el vientre de su madre. Vanos fueron todos los intentos de los doctores por evitar esos compulsivos estertores que producían tanta preocupación, asegurando que una vez nacido, éstos acabarían. Lo mismo opinaban las ancianas del pueblo al ver que sus remedios también fallaban.

Y así fué, en el momento del parto todo finalizó para dar lugar a un hermoso y robusto bebé que dormía suave y apaciblemente. Ni vestigios del hipo que tanto había preocupado y sacudido a su madre.

No se sabe bien si fué la adolescencia lo que ayudó a resurgir aquel problema del hipo. Y se hizo famoso Gumersindo por andar marcando la hora al ritmo de su hipo. Trató de todas maneras de evitarlo; aguantaba la respiración; bebía agua sin respirar; tragaba pan seco a veces y otras veces pan tostado Probó comer hielo picado; azúcar granulada. También le recomendaron acupuntura y allí partió Gumersindo a colocarse las agujas. Este tratamiento fué imposible de proseguirlo pues con los movimientos involuntarios por el hipo ningún acupunturista se atrevía a clavar las agujas pues temían producir más descalabros si pinchaban otros puntos.
El tiempo transcurría y pasaban los años y el diafragma de Gumersindo no cesaba de pulsar.
Vinieron las viejas del pueblo e indicaron comer la punta de la cáscara de un limón; poner papel de diario mojado en la frente; el brazo hacia atrás tratando de tocar los homóplatos; un hilo en la frente húmedo por la
saliva de su madre. Este fué uno de los más difíciles de lograr pues él se había mudado al pueblo vecino, pero con el afán de todos los pueblerinos ayudaron a su traslado y logró cumplirlo. Claro, sin efecto alguno.

La fama del hipo de Gumersindo traspasó el condado y llegaron de ultramar sugerencias de que se lo asustara como método infalible. Juan, su hermano, tomó un hacha y blandiéndola sobre la cabeza del sufriente acompañó el movimiento con un fuerte grito que sólo logró intranquilizar a Cacho, el perro policía, quién acudió presto al grito proferido por su amo, Gumersindo.
A Juan lo hospitalizaron de urgencia, logrando salvarle la vida. A Cacho le dieron un hueso con restos de carne como premio y en Gumersindo el hipo siguió incólume. 

En las noches de tormenta fuerte lo sacaban tratando de asustarlo con la caída de un rayo, le anunciaron el incendio de su casa, del fallecimiento de alguien querido, pero nada se conseguía.

Se resignó a vivir pacíficamente con su hipo. Lo utilizaban en las cafeterías para mezclar el café; las planchadoras se lo disputaban para que humedeciera las prendas a planchar; nadie mejor que Gumersindo con una taza con agua en la mano. También las horneadoras lo requerían para tomar el tiempo en sus cocciones: 20 hipeadas y la torta estaba lista; 50 hipeadas y el pan alcanzaba su tiempo justo. El vivió feliz sintiéndose único y requerido por todos sus vecinos y útil a la comunidad hasta el final de sus días.

Pero ni aún allí dejó Gumersindo de preocupar a toda la población. Resultó ser que habiendo sido enterrado
se debió llevar a cabo una nueva legislación para construir una empalizada alrededor de su tumba. Se descubrió que lo que primero pareció un homenaje de los niños, quienes acudían en tropel a su tumba formando una fila no era con el fin de venerarlo, sino que Gumersindo, aún después de muerto continuaba con su hipo y los niños lo habían tomado como caballito de corcoveo.

Julio 2009.

A letter for my grandparents

Mum... said Nicolás. Yes darling?, I answered.

Mum, with which voice do my letters arrive to my grandparents?

Inmediately, I understood your idea, but for that custom that adults have about children's questions, I asked for repetition, justo for a breath of fresh air.

He said slowly; Which voice do my grandparents hear when they read my letter?

And I, that was vey happy that day and almost I didn't think of my parents in Argentina, felt tears come quickly to my eyes and something in my throat.

I aswered securely – With your voice Nicolás. Your grandparents, when they read your letters, dictated by you, written by Mum; they hear your voice and also they can hear yor laugh too... and sometimes, when the evenings are very quiet they hear you calling them, and poor grandparents, move their head, looking for you everywhere and afraid that somebody would laugh at them, grandma ges back to her knitting, and grandpa back to his garden. Sentimental grandparents that with your letters they feel your hands around their necks and when no one sees them, they kiss the air just the same as your cheeks... and when they listen to your crying 11000km. away, their pain increases because they cannot lift you up, to spoil you and to punish who produces your tears...–

and Nicolás with a big smile on his face, said – Ah, I thought so... because when they write to me and your read their letter for me, I hear my grandparents voices, smell grandma's perfume and see a happy grandpa–

Both of us laughing, changed the melancholy to happiness.

–... but Nicolás, you don't believe that every letter arrives with the voice in which one writes... just the ones that enclose such big love as yours, that when they are read, your love escapes from the lines, enters the ears, makes images and refreshes your soul...–

Only you three can make two continents move closer, just by a letter.


Year 1990

Carta a los abuelos

– ! Mami !–
– ¿ Sí, hijo? –
–  Má; ¿ con qué voz les llega a los abuelos mi carta? –
En el acto entendí a que te referías, pero por esa costumbre que tenemos los mayores ante las preguntas de los chicos, te pedí me la repitieras.
– ¿... qué voz escuchan los abuelos cuando leen mi carta? –
Y yo que estuve tan alegre y casi-casi ni por una vez en todo el día había recordado a tus abuelos en Argentina, sentí que las lágrimas  venían rápido a los ojos y algo en la garganta me apretaba.
Te contesté con seguridad; – con tu voz, Nicolás. Los abuelos cuando leen tus cartas, dictadas por vos, escritas por mamá escuchan no tán sólo tu voz sino que hasta te oyen reír.
... y a veces, cuando las tardecitas son demasiado silenciosas, te oyen llamándolos... y, -tontos abuelos-
levantan la cabeza, te buscan por todos lados y temiendo alguien se burle de ellos, vuelven; a su tejido la abuela; a su quinta el abuelo.
Tontos abuelos que con tus cartas llegan a sentir tus tibias manitos alrededor de su cuello y cuando nadie los ve, besan el aire imaginando tus mejillas. Y cuando sienten tu llanto, a once mil kilómetros de distancia, acrecienta su dolor el no poder alzarte, mimarte y castigar a quién provocó tus lágrimas.
– ¡Ah, ya me parecía!, porque cuando ellos me escriben y vos me leés su carta yo escucho la voz de los abuelos. Huelo el perfume de la abuela... veo al abuelo, chistoso...–
Nos reímos los dos y ello sirvió para transformar la melancolía en alegría.
–... pero no todas las cartas llegan con la voz de quien las escribe. Sólo las que encierran un amor tan grande como el de ustedes que al leerlas se les escapa el sentimiento de las líneas, penetra en los oídos, brinda la imagen y refresca tu alma
Sólo ustedes tres pueden acercar dos continentes por medio de una carta.

Año 1990

...and I saw you pretty, Brisbane

That you were pretty, modern and vigorous
with a climate almost luxuriant,
that you were, on this planet the most extensive city
and always inclined to be favoured with gifts.

That if paradise was created
here in Brisbane it would be located.
That is the saying by the people signalling a truth,
but my hurt soul, listens absently.

What dense fog blurred these eyes
preventing them to see as others?
Umbilical cord, internal roots, remembrances...
 thousand names shuffled to name hopelessness.

And it only took
those elderly people from overseas
very afar
bringing suitcases full of love...
And I saw you pretty, Brisbane,
sparkling in bright stars.
... and I saw you pretty Brisbane
thanks to those lovely travellers.

Nov. 1992